Anduve quieta en el camino
y mi soñar se hizo eterno
pues disfruté de mi silencio
para mutarme en puro aliento
Deposité las lenguas vivas
sobre las flores en el camino
y renacieron las nubes altas
cuando la lluvia apareció
No hay destino gritó la boca
sólo un presente que se alimenta
de tu mirada en mi andar
cuando mi sueño decide estar
1 comentario:
Una maravilla. Me encantó y no me canso de leerla.
Un abrazo.
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