Renacimientos

l-
Fiero, el sol decide partir.

Sin querer,
el momento se escurre en el lejano camino,
mirando el horizonte que disipa mi soledad
Asombrado,
el viento golpea el sentimiento callado
y la paz lentamente llega sin ruido.
Las sombras,
afuera,
descubren las danzas crepitosas
que iluminan mi estancia.

Confusa, mi capacidad de oír,
agudiza mi silencioso momento.

2-

El oro se difuminaba en la esperanza nacida
Los árboles impolutos
revestidos de sus mejores galas,
se sonrojaban levemente
tras el pudor invernal
Sus gestos provocadores fluían, inquietos
por senderos que marcaban mi osada mirada.

3-

Bajaron las manos de Ra
creando el ungüento de luz
Penetraron en mi fiel armadura
para fundirla a mi alma
Y la esfinge, derretida,
se convirtió en la eternidad etrusca.

4-
Me abro,
mis ramas se pliegan;

se solidifican a la voluntad del ser.
Eclécticas, se unen
a los mares internos
extrayendo el fuego.

El agua y la tierra,
dos seres
que juegan a amarse;

clarividencia de mi visión ancestral.