miércoles, junio 06, 2007

la sonrisa



Las lágrimas cansadas de vivir en ella se marcharon un buen día a recorrer mundo y mendigar un poco de tristeza en otra cara.
Los ojos se dieron cuenta que, a causa de la visión turbada tras los años, no comprendían a la sonrisa, que se esforzaba en aparecer en la boca.
Los labios se ahuecaban, se estiraban de una forma grotesca, mostrando unos dientes un poco cansados de aparentar entre ellos un cierto sex-appeal.
Pero siempre hubo una unión dental; creo que incluso combatieron ferozmente una dura batalla con un ejército sin piedad, llamado “carie”: atrocidades humanas en cuerpos diabólicos, los llamaba el dolor.
Toda la cara tuvo que reafirmarse en su propósito de cohabitar con la felicidad.
Este vocablo que aprendió a deletrear con prudencia, nació tras el paso de las noches.
Las manos ayudaban a la cara a ser más feliz. La acariciaban estirando esos pequeños surcos que aparecieron alrededor de los ojos.
Os contaré un secreto: se formaron tras los ataques de la risa que fácilmente la embrujaban.

La cara caía rendida a sus pies y se dejaba engatusar fácilmente.
Me dijeron que fueron amantes durante largas temporadas, sin embargo las malas lenguas añadieron que siguió siéndole infiel con aquella que llamaba soledad.

5 comentarios:

9 dijo...

Es mi guerra particular.

Sonrisas contra lágrimas. Espero que las primeras ganen todas las batallas de mi vida.

RocanLoveR dijo...

¿estaremos hablando de lo mismo?
Pàsate por mi blog y abserva la casualidad...
Te dejo mi abrazo sonriente, entre las làgrimas, entre los pasos..

Gsús Bonilla dijo...

qué tal carmen.


sonrisas siempre sonrisas

carmen dijo...

:-)

¿Cúantos músculos mueves cuando te ríes? No los recuerdo pero qué terapia más buena.

Besos....y sonrisas por estar.

Horacio Fioriello dijo...

encanto es leer y leer sin pestanear hasta el final y decir por fin, : puff! que bueno escribe esta mujer...!