Estancamiento

Extendido,

mi manto blanco se pierde

en la espesura del ayer.

Camuflado tras la zarza,

se enreda,

se retuerce para caer en la ausencia.

No hay crecidas en el camino,

sólo una flor que se marchita

con el olor equivocado.

Numerología II

Dejo 3 pensamientos que compondrían esta segunda parte numerológica.
El número 7 no es mío si no de ar.ca (forero y gran poeta) del cual he recibido buenos consejos a la hora de componer lo que surge de mí.

-seis-

La imperfecta soledad que me abruma
se descompone en sangre bendita;

mientras, la incompleta conexión
desfigura la divinidad mostrada.

Por seis veces muere el hombre
cada noche de luna llena.

-siete-

Los siete rayos sonoros entran por mis heridas

y no entiendo

cómo transige el volcán de fuego trémulo;

bautismo de tentación y costumbre

con sabor azul lluvia.

-ocho-

La sabiduría se extiende en cada muestra de valentía
cuando Tu, Omnipresencia, te congratulas
en la Eternidad de la octava palabra.

Satisfecho, Buda me mira.

El saber

Los siete velos que cubren el saber

perfilan la diferente necesidad del ser;

asisten al fuego,

que llama por tercera vez

donde la elocuencia origina la paz.

Duerme tranquilo el vigía nocturno

el caminante

Luna nueva,

nóctambula y quieta

recoge los trozos de aquel poeta;

camina lento,

mirando los pasos

que se pierden en su silencio

Abrazo tu abrazo

Cayó el muro dibujado por ego

Llega el día sin ruidos,
sin bordes sin límites llega,
y volveré a verle verme,
tan lleno
en calma no limitada;

el abrazo cava hondo en la tierra,
y sin más,
el medio terráqueo se hace etéreo

Pequeños brotes de amor

El cántico sutil nacido del alma
asombra la quieta espesura mortal
que alberga tu nombre.
Confunde el proceso interno,
y la boca se pierde de nuevo
en llanas palabras de amor.

Brota la armonía en cada anhelo extraído de ti.

le regard

Je recule avec les idées
qui habitent chez moi
car je n’ose te dire
¡Aide-moi !

Fatigué de survivre je me lance
dans un monde obscure
où la souffrance embrasse
l’espoir d’être moi-même.

Mais je continue,
j’avance tout droit
vers mes misères imposées;

celles que tu n’oses regarder.

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A veces basta una simple mirada para comprender, entonces tu corazón se expande y se llena de amor.....a veces.

Érase una vez....

Érase una vez una pequeña nube que vivía cerca del mar. Todas las mañanas se levantaba feliz, alargaba sus brazos para tocar el sol. Le sonreía a los árboles a su paso diciéndoles: “Adiooós, me voy a recorrer nuevos mundos” y ayudándose con la suavidad del viento continuaba su viaje.
Sin embargo cuando llegaba hasta la alta montaña que todos llamaban “Laaa poderosaaaaa”, se acababa todo.

-¿Por qué mama?
-Chuttt, escucha y verás.

La pequeña nube subía y subía pero incapaz de llegar a la cima, se derrumbaba y empezaba a llorar.
Entonces su abuelo, el viento del oeste, la arropaba y la empujaba suavemente hacia su casa.
Pero ayer Foën se despertó fuerte como un huracán sabiendo que hoy era su día. Llegó hasta sus hermanos, que, inquietos, habían iniciado el camino. Se empujaban unos a otros, jugando, formando mil dibujos en el cielo y cuando llegaron hasta la montaña lo cogieron de la mano ayudándole a cruzar la frontera que siempre le había sido prohibida.
Cuando vio la tristeza que habitaba en esas tierras, rompió a llorar, pero de felicidad y derramó sus lágrimas por el valle, junto a los suyos, pues comprendió que la unión hace la fuerza y su destino, innato en él, era de darle vida a la Tierra.

Y colorín, colarado este cuento se ha acabado
Y colorín, colorucho este cuento me ha gustado mucho.

El retorno al vacío

Es claro el viaje a lo eterno
cuando volvemos al vacío admitido;

Rechazamos el insolente destino
que prometimos vivir eternamente,
sueños caóticos que nos atrapan
en el negror de la noche.


Alejarme,
respirar
contemplar

y retornar a la palabra del alma mía.

Paz

Los brazos caídos,
miro el vacío que compone mi mundo.

La paz aparece.

los pliegos del alma

Mis aguas marinas
se mezclan con el dulzor del otoño
Acompasadas,
renacen en cada fundición
Del alma.

Mi voluntad, perpetua,
se pliega frente al espejo que mira.
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