
Soy perenne
como la planta que revive
tras el frío invernal.
El verdor de mi aliento
ha llegado,
con un soplo de frescura
hasta la boca que espera
y se alimenta de la vida que ofrezco.
Supervivencia de muertos
que ansían la luz ,
que calientan el hedor
de los huesos,
de la carne,
de los sentidos que abrasan
.......sabores del alma mía.
Sabores
que embebo
Sabores
que añoras,
cada momento,
en tu tormento
de saberte mío,
en mi tormento
de saberme tuya.
Y disfruto en el placer de la luz
que calienta tu aliento,
cada mañana.
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