miércoles, octubre 24, 2007

El saber


Los siete velos que cubren el saber

perfilan la diferente necesidad del ser;


asisten al fuego,

que llama por tercera vez

donde la elocuencia origina la paz.


Duerme tranquilo el vigía nocturno

3 comentarios:

Morgana dijo...

Me gustan los números que has utilizado para tu breve relato.
Mi propia vigía nocturna no duerme demasiado tranquila, pero será que el fuego, motivador del cambio, hace mellas en mi corazón poco solitario.
Espero que en este escrito, la mención al vigía se refiera al tuyo, y que tengas mucha paz.
Un abrazo

Diana Puig dijo...

Me ha sorprendido tu blog, las imágenes, lo que expresas, las palabras cortas, pequeños párrafos pero profundos, tristes pero hermosos...sinceramente emociona.

carmen dijo...

Querida Rocío, mi vigía nocturno duerme en paz y yo me limito a soñar. Los cambios son buenos ya lo sabes...fluye a través de ellos, de eso soy consciente.

Diana, gracias por tu comentario ¿Reflejo tristeza? Yo no lo definiría asi, creo que es nostalgia por aquello que no es, por aquello que se escapa sin querer, por aquello que ha de llegar y la impaciencia no me deja apreciar....Pero gracias :-))