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Y la luz me inundó.
Lancé mi alma al viento
para acariciar las aguas atlantes.
Añiles,
las olas cantaban canciones marinas
de seres fantásticos
nacidos en tiempos de guerra.
Bailaban junto a mi voz
descomponiendo la sal
en mil partículas sobre mi faz.
Girando,
los ecos atormentados se hicieron presentes
en mil visiones sobre mi paz.
Y el silencio me inundó
2 comentarios:
Que tus ecos atormentados se deshagan callados en la paz que tu alma sienta cada vez que la lances al viento..
Que el silencio te inunde en la reflexión de tus pensamientos, que fluya tu energís y desborde tu felicidad..
Son mis deseos amiga :)
Ya me lo dijiste en otro blog, es fácil, cuando se ama .. gracias por recordármelo.
Marina, seguro que tu voz tiene que ser tan dulce como tus palabras.
Tus deseos son mis deseos para ti también.
Un beso
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