lunes, agosto 13, 2007

Meditación







La vida,

atemporal paso

se aleja veloz hacia la muerte;


al siguiente nacimiento,

las cruces velando los cuerpos,

se abrazan en la oscuridad


Las aguas bautismales impregnan de luz

la rueda de mi vida;


y en mi muerte se metamorfosean

los sacros momentos perdidos en el limbo.


Las manos tendidas, imploro a mi Dios.